En un avión estaba un tipo muy apurado por ir al baño de caballeros, pero estaba ocupado.
Pidió permiso a la azafata para usar el baño de mujeres que en ese momento, increíblemente, ya estaba libre.
La azafata le respondió que no había inconveniente, siempre y cuando tuviese cuidado de no salpicar la taza del water y que no presionara ninguno de los siguientes botones: SLA, SSA, STA Y RAT.
Así fue que el valiente protagonista, después de aliviarse haciendo “pis” a discreción, sintió una enorme e irresistible curiosidad por saber la función de los 4 botones.
Se sentó con cuidado en el water y apretó el primer botón, que tenía un rótulo que ponía “SLA” (Sistema de Limpieza Automática). Sintió un chorro de agua tibia en sus partes y pensó “es una delicia este baño, ahora comprendo por qué las mujeres se pasan aquí las horas”.
Entonces apretó el botón que decía “SSA” y sintió como un chorro de aire caliente le fue dirigido también al mismo lugar, el tipo no se lo podía creer, por lo que accionó el siguiente botón “STA” (Sistema de Talco automático), con lo que hasta su cuerpo llegó la caricia de una nube impregnada de aromático talco, aquello estaba alcanzando alturas hasta ahora insospechadas.
Luego apretó el último botón y perdió la noción de todo.
Se despertó y no sabía ni dónde estaba, ni qué hora era, ni cómo había llegado hasta allí.
Se le acercó una enfermera muy amable, que le explicó que estaba en un hospital, que había llegado hacía dos días en estado de shock y que habían conseguido normalizar sus signos vitales.
Y entonces él preguntó:
– ¿El avión tuvo un accidente?
– No señor, aterrizó normalmente en su destino.
– ¿Qué fue lo que ocurrió entonces?
– Usted presionó el botón “RAT” (Retiro automático de tampax) en el baño de mujeres.
Ah! me olvidaba, dijo la enfermera, Debajo de la almohada le dejamos su p 3 n e.